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Una casa muy especial en Dolores Hidalgo, Guanajuato
Uno de los lugares más emblemáticos no sólo de Dolores Hidalgo, sino de todo México, es cierta casa de aires provincianos ubicada en el número 13 de la calle Guanajuato, en el centro del pueblito guanajuatense.
José Alfredo Jiménez, nacido el 19 de enero de 1926, vivió entre sus muros de adobe y techos altos con vigas de madera hasta que cumplió 10 años, cuando, debido a la muerte del padre, la familia se mudó a la colonia Santa María la Ribera, en la Ciudad de México.
Se dice que uno nunca se va de los lugares donde fue feliz y, en el caso de José Alfredo, la sentencia parece cumplirse. Es de todos conocido que su vida adulta estuvo marcada por el desamor, la tristeza, el alcoholismo y otros excesos que, a la postre, derivaron en una desafortunada fuente de inspiración.
Un legado eterno en Dolores Hidalgo
Sin embargo, también es innegable que todos aquellos recuerdos de la tierna infancia fueron determinantes en la decisión de recuperar la casa, que había sido vendida por su madre al irse de Dolores Hidalgo —cosa que José Alfredo no logró en vida— y convertirla, tras ser restaurada por los arquitectos Enrique Arellano y Alan Wilkerson, en un museo que atesora en sus nueve salas —gratamente nombradas como algunas canciones de su autoría— cada una de las etapas en la vida y obra de este titán de la canción mexicana.
Las habitaciones dispuestas alrededor del patio central, repletas de discos, memorabilia, sombreros, trajes de charro y borradores de algunas de sus composiciones, crean un ambiente en que el aroma de la nostalgia se mezcla con el de los árboles frutales que se encuentran en un par de huertas.
Una sensación de paz, donde tanto el legado de uno de los músicos más importantes de México como la felicidad que sólo él y sus más allegados conocieron, inunda los sentidos del visitante y le hacen sentir que, después de todo, la vida sí vale algo.
¿Quieres conocer otro icónico rincón de Dolores Hidalgo? Echa un vistazo al lugar de eterno descanso del gran cantautor, aquí.
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