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¿Quién fue José Joaquín Fernández de Lizardi?
Uno de los personajes históricos mexicanos más infravalorados es don José Joaquín Fernández de Lizardi, escritor que se consolidó a principios del siglo XIX ni más ni menos que como el iniciador de la novela en América.
El señor Fernández de Lizardi dejó una herencia literaria impresionante. Extendió sus dominios desde la literatura hasta el periodismo y es en este último donde su talante crítico, ácido y picaresco se convirtió en legendario.
Un rebelde con causa
Tanto en su semanario llamado El pensador mexicano —publicado entre 1812 y 1814, y cuyo nombre terminaría por convertirse en eterno alias del escritor— como en Las sombras de Heráclito y Demócrito, Alacena de friolera, Amigos de la paz y de la patria, Conversaciones del payo y el sacristán y El correo semanario atacó cuanto pudo a la injusticia, la mala distribución de la riqueza, la pésima educación y los privilegios de unos cuántos mientras el resto de los mexicanos vivían sumidos en la ignorancia y la miseria.
Debido a esto, se vio enfrentado a la censura y la persecución en más de una ocasión, pues llegó a ser tan incisivo que el virreinato le obligó a suspender la publicación de El pensador mexicano mediante un decreto que violaba claramente la libertad de prensa. Incluso llegó a estar preso, pero su espíritu permaneció indómito a pesar de las adversidades y sin importarle el tamaño de su rival. Para muestra, una de sus frases más célebres:
A mí no me apasiona sino la verdad y la justicia, y fuera de esto yo no tengo amigos, deudos ni paisanos. Contra mi padre he de declamar, si mi padre está poseído de los vicios.
Gracias a su pensamiento liberal, sus novelas también están impregnadas con un refinado tono satírico dirigido a la sociedad de su época. Muestra de ello son El periquillo sarniento, La Quijotita y su prima, Noches tristes y día alegre, Vida y hechos del famoso caballero Don Catrín de la Fachenda y El triste de Altamirano, entre otras tantas obras.
Fernández de Lizardi, residente destacado de Tepotzotlán
Fernández de Lizardi había vivido en ese pueblito desde la infancia temprana y hasta que se mudó a la Ciudad de México para estudiar en el Colegio de San Ildefonso. La que fuera su casa se ubica a unos cuantos pasos del Museo del Virreinato, convertida en Plaza Tepotzotlán, un pequeño centro comercial cuya mayor atracción son los restaurantes y cafeterías que pueblan la planta baja.
Tony Pineda, dueño del Restaurante Jimador —uno de los negocios que se alojan en el histórico inmueble— cuenta que aunque éste ha recibido varias remodelaciones con el paso de los años todavía conserva buena parte de su estructura original.
En el cuarto donde las imprentas daban cuerpo a las obras de José Joaquín Fernández de Lizardi ahora se encuentra la cocina del restaurante. Más allá se pueden ver algunas dependencias gubernamentales, una estética para mascotas, una ferretería, hasta un estudio tattoo y una biblioteca comunitaria que invita a los lectores a tomar un libro con garantía de devolverlo lo antes posible. En tanto, la planta alta ofrece a la vista apenas algún local ocupado entre tantos otros vacíos, a la espera de recibir un buen uso y dar más vida a la placita.
Un par de barecitos atraen a los chicos del pueblo, quienes junto a las familias que asisten a convivir y degustar algún platillo para alegrarse el día llenan de vida nuevamente a un lugar que vio nacer tantas ideas de esas que todavía necesita este país.
Somos afortunados de que el legado de José Joaquín Fernández de Lizardi —tanto literario como periodístico e incluso el de los lugares que aún conservan un poco de su esencia— todavía pueda ser no sólo disfrutado, sino asimilado a los tiempos modernos. Sus ideas, siempre a favor del que menos tiene, siguen vigentes aún ahora, en un país al que aún le falta mucho por avanzar en cuanto a justicia social se refiere.
Por eso, te comparto algunos de sus escritos más destacados en descarga legal y gratuita. Conforme consiga el resto de sus obras estaré agregándolas acá, pero mientras puedes disfrutar las que ya tengo disponibles:
¿Conocías a este personaje histórico, o sabes alguna anécdota acerca de él? Déjamela en los comentarios de este artículo o a través de mis redes sociales:
Si te gusta la historia de México, echa un vistazo también a este pequeño análisis sobre la fundación de Tenochtitlán.
¿Me invitas un cafecito?
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