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La magia cervantina del Museo Iconográfico del Quijote
Guanajuato tiene una cantidad sin igual de eventos y lugares que no encuentras en ningún otro lugar de México. Cuando visité esa hermosa ciudad, fue bastante difícil decidir por dónde empezar a recorrerla hasta que pasé frente al Museo Iconográfico del Quijote, que va muy de la mano con lo que brinda a la ciudad su mayor distinción y prestigio a nivel internacional: el Festival Internacional Cervantino.
Aún lejos de las fechas del festival, la magia del Manco de Lepanto se siente durante todo el año, sobre todo en esa casona que durante el siglo XVII fue conocida como la Hacienda de Los Rodríguez y tiempo después acogió entre sus muros no solo a gobernadores, sino al mismísimo Maximiliano de Habsburgo. Su último dueño fue el español Eulalio Ferrer, quien la donó, junto con todo su exquisito contenido artístico, para ser convertida en la morada definitiva del más célebre manchego.
Contrario a que entre sus motes se encuentra «El caballero de la triste figura», las obras de arte expuestas en el Museo Iconográfico del Quijote muestran al que quizá sea el personaje más representativo de la literatura en español tan lleno de tanta vida y matices como visitantes puede tener en un solo día.
Cada uno de los artistas que trabajaron con su semblante captó solo una pequeña parte de su personalidad, cada combinación de colores te invita a querer recorrer junto a él y Sancho Panza sus aventuras desempolvando aquellos fragmentos que probablemente leíste en la primaria (más a fuerza que de ganas) y que en aquel momento regresaron a mi memoria, como la clásica batalla contra los molinos de viento y la vez en que a Sancho lo convirtieron en gobernador de una ínsula.
¿Qué mejor que esto, para satisfacer esa necesidad?
Esta es la “edición especial” de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha que venden en la tienda del museo (que de especial solo tiene la camisa; si se la quitas, es la misma edición que encuentras en otras librerías). Creo que ya había una copia en casa, pero ¿Cómo podía estar por allá y desaprovechar la oportunidad de traerme tan bonito souvenir?
Aunque si se te antoja y prefieres la lectura en digital, haciendo click aquí y aquí puedes entrarle con ganas.
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