Una carta de mi papá

Dany, hijo mío:

Quiero aprovechar esta ocasión para expresarte el gran cariño, respeto y satisfacción que siempre he sentido por ti. Tal vez te he fastidiado hablándote, exigiéndote y hasta perdiéndote la paciencia en algunas ocasiones; en verdad solo deseo que aprendas a ser responsable y capaz de alcanzar tus metas y objetivos. Recuerda que solamente trabajando mucho y bien lograrás todo lo que te propongas, siempre con responsabilidad, honestidad y por supuesto con muchas ganas de salir adelante, aunque se te presenten en el camino algunos obstáculos. Nunca pierdas la fe ni la esperanza, no olvides que te apoyaré hasta que mis fuerzas me lo permitan, siempre te escucharé y contarás conmigo para encontrarle la solución a tus problemas y también para buscar el mejor camino para que logres tus sueños e ilusiones. El mejor consejo que te puedo dar es que pienses muy bien todas las cosas antes de hacerlas, nunca lo olvides. Las satisfacciones que me has dado me han motivado mucho, pero ¿sabes? también de tus equivocaciones he aprendido, entre otras cosas, que tenemos que encontrarle el lado positivo a nuestros errores y seguir adelante. Tú puedes alcanzar todo lo que te propongas y sentirte muy orgulloso de todo lo que puedes lograr.

¡Te quiero mucho! tu papá, JJMG

Mi papá me regaló esas palabras cierto día, enmarcadas y todo. No es la primera vez que me escribe algo, pero recibirlas después de pasar por una situación difícil de esas que me dejan funcionando más en piloto automático que por ganas fue muy refrescante. Es bueno darme cuenta de que no estoy haciendo las cosas tan mal, pese a que confirmo que sigo con esa fea costumbre de juzgarme duramente a mí mismo. Ya se me irá pasando (supongo), pero en el inter, agradezco poder disfrutar de detalles como este.

No suelo tener muchas cosas en mis paredes, pero sin duda este cuadro va a estar siempre ahí, en mi recámara, asegurándose de que no olvide que no estoy solo por acá pese a que a veces me esmere en ello; por eso los recordatorios como este me resultan, con todo y la sencillez de su manufactura, más valiosos que cualquier otra cosa.