No hay productos en el carrito.
Marcha de Zacatecas, el gallardo himno de Codina
Este apacible señor que se aprecia en la foto se llama Genaro Codina, cumple años hoy y es autor ni más ni menos que de la Marcha de Zacatecas. Nació en la capital zacatecana en 1852, en una casa localizada en la entonces calle de la Compañía y que, gracias a la celebridad que alcanzaría tal personaje, recibiría no sólo una placa conmemorativa señalando su origen, sino incluso un cambio de nombre.
Codina fue un hombre multitalentoso que lo mismo aprendió a tocar distintos instrumentos desde muy joven, que dirigía la quema de pirotecnia durante las fiestas en la ciudad (algo que, hoy en día, ya no es tan bien visto como en aquel entonces) o administraba la Casa de Moneda de Zacatecas, encomienda que abandonó tras recibir el nombramiento de Jefe de Hacienda de manos del entonces presidente Porfirio Díaz en agradecimiento por la composición de una marcha dedicada al oaxaqueño en 1887, misma que pueden escuchar aquí:
Casi tan grande como su habilidad instrumental —sobre todo con el arpa— era cierta fijación por andar de zalamero con la clase política de aquel entonces.
Después de Díaz tocó el turno al gobernador Jesús Aréchiga tras un reto lanzado entre Codina y el compositor Fernando Villalpando en 1891 para ver quién de los dos componía la mejor marcha militar. El vencedor dedicaría su obra al regente y fue un jurado el que declaró como tal a Codina, con tan buena voluntad de parte del derrotado que fue el mismo Villalpando quien se encargó de adaptar la composición original —planeada para ejecutarse en arpa— para banda y no sólo eso, sino que también dirigió a la misma el día del estreno de la originalmente llamada Marcha Aréchiga durante la primavera de 1893, en lo que ahora se conoce como Hospital Santa Elena.
Cupo en el mencionado gobernador Jesús Aréchiga más prudencia que en quienes buscaron halagarlo; gracias a la declinación del honor de llevar su nombre en una pieza musical que terminaría por pasar a la posteridad, las notas de la Marcha de Zacatecas —que hoy es identificada como Segundo Himno Nacional Mexicano e Himno Nacional de la Charrería Mexicana— suenan con gallardía bajo un nombre que une e identifica a la población entera de un estado.
No importa si es en la Plazuela Francisco Goitia, cualquier jueves al caer la noche…
…o en las callejoneadas que engalanan con alegría y tradición los atardeceres en Zacatecas.
Al final, con intenciones zalameras de por medio o libre de ellas, Genaro Codina y el letrista Salvador Sifuentes obsequiaron a los zacatecanos —residentes o que viven fuera de la ciudad con rostro de cantera y corazón de plata— un gran motivo para enorgullecerse de la bravura, valentía y heroicidad que han heredado de sus antepasados.
Prestos estad a combatir,
oíd llamar, suena el clarín;
las armas pronto preparad
y la victoria disputad.
Prestos estad, suena el clarín;
anuncia ya próxima lid,
vibrando está su clamor,
marchemos ya con valor.
Sí, a lidiar marchemos
que es hora ya de combatir
con fiero ardor, con gran valor,
hasta vencer, hasta vencer.
Hasta morir.
Prestos estad a combatir,
oíd llamar, suena el clarín;
las armas pronto preparad
y la victoria disputad.
Prestos estad, suena el clarín;
anuncia ya próxima lid,
vibrando está su clamor,
marchemos ya con valor.
Como huracán, que en su furor
las olas rompen en la mar;
con rudo empuje y con vigor
sobre las huestes avanzad;
no os detengáis, no haya temor,
pronto el ataque apresurad.
Guerra sin tregua al invasor,
viva la patria y libertad.
Viva la libertad, viva.
Viva la libertad, viva.
Que viva, sí, viva.
Oh, patria mía, tu hermoso pabellón
siempre sabremos llevarlo con honor.
Oh, patria mía, tu hermoso pabellón
siempre sabremos llevarlo con honor.
Prestos estad a combatir,
oíd llamar, suena el clarín;
las armas pronto preparad
y la victoria disputad.
Prestos estad, suena el clarín;
anuncia ya próxima lid,
vibrando está su clamor,
marchemos ya con valor.
Como huracán que en su furor
las olas rompen en la mar,
con rudo empuje y con vigor
sobre las huestes avanzad;
no os detengáis, no haya temor,
pronto el ataque apresurad.
Guerra sin tregua al invasor,
viva la patria y libertad.
Viva la libertad, viva.
Viva la libertad, viva.
Que viva, sí, viva.
¿Quieres saber en qué otro momento del siglo pasado fue relevante la Marcha de Zacatecas? Haz click aquí y disfruta, recuerda que la historia es chisme y el chisme es vida.
¿Me invitas un cafecito?