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Cinco tips para salir de la friendzone
A nadie le gusta perder y menos si se trata de asuntos amorosos. Cualquier persona, en cualquier momento de su existencia, se ve obligada a enfrentar este tipo de fracaso; la cosa es que mientras hay quien puede superarlo y aprender de él, otros se quedan estancados en un terreno escalofriante y pantanoso del que, si no se tiene la pericia necesaria, no sólo es casi imposible salir, sino que cualquier movimiento sólo provoca que te hundas más y más, de manera lenta y dolorosa: la terrible y temida friendzone.
Es muy importante puntualizar que para que la friendzone exista por fuerza debe haber alguien necio, aferrado y que no sepa asimilar un “no” como respuesta. Que la chica te quiera como amigo no significa que ella sea malvada, que quiera utilizarte para sus perversos fines (no los que te gustarían, jaja) o que esté jugando contigo. Simple y llanamente, le interesas como amigo. Nada más.
Si no eres capaz de procesar esa idea lee lo que viene con mucha atención, porque necesitas ayuda de cuates aparte de la que pueda brindarte un psicólogo. Aunque tú solito fuiste y pusiste tu tiendita de campaña en el bosque mágico de la friendzone, todavía puedes escapar de ahí e irte a casa con lo más importante: tu salud mental intacta.
“Te quiero…como amigo. Amigo. ¡AMIGO!”
Mientras las dos primeras palabras de esta frase te llevan al cielo, la última te pesca de los tompiates, te jala con todas sus fuerzas y hace algo más o menos así:
Tú no tienes intención de que sean cuatitos. Si le dejaste creer que todo el tiempo que pasabas junto a ella y las cosas que compartieron fueron con la tierna e inocente finalidad de construir una bonita amistad, entonces la culpa de que te haya bateado cuando le cambiaste la jugada la tienes tú, por cobarde.
Cuando una mujer que te interesa romántica o sexualmente se refiere a ti como “amigo” las posibilidades de revertir la situación son casi nulas. Hazte a la idea de que no vas a conquistar ese corazón ni a bajar ese calzón, no van a ser novios ni se van a besar en sus bocas. Lo mejor que puedes hacer es asumir que no es inteligente someterte al gasto físico, psicológico, emocional y hasta económico que vas a realizar mientras intentas “convencer” a esa persona de darte una oportunidad.
¿Quieres aprender cómo? Ahí te va.
Deja de comportarte como su fan número 1
Seamos honestos: las redes sociales sólo te han servido para demostrarle que te gusta a la menor oportunidad. ¿Sube una foto o estado nuevo? No sólo le das Like, sino que aplicas el Me encanta. Así con cada cosa que publica, incluso si es algo con lo que no estás de acuerdo, se trata de una simpleza o va dirigido a otra persona en particular (siempre me ha parecido de pésimo gusto reaccionar a una publicación donde está etiquetada una persona específica).
Existe algo que se llama “Ley de la oferta y la demanda” y se puede resumir así: a mayor presencia del producto, menor costo. ¿Cómo esperas generar valor e impacto si tratas de hacerte notar hasta porque voló la mosca? Hazte un favor y deja de reaccionar a todas sus publicaciones. ¡Ah! Y si por casualidad le comentaste algo meloso y ella reaccionó con un corazoncito o algo así, devuelve tu penecito al interior de tus calzones y pon los pies en la tierra. Generalmente hacen eso por ser amables, no porque les gustes.
Por cierto, también en persona tienes altas probabilidades de verte urgido. Por ponerte un ejemplo, existe una enorme diferencia entre cortejar y tener atenciones con la chica que te gusta dándole a entender que estás interesado en ella como lo haría un rudo vaquero al tocarse el ala del sombrero para saludar a su girl, y desvivirte al grado de comportarte como adolescente fanática de BTS. En resumen: ¡Deja de mostrarte tan necesitado! Alguien que no siente ni proyecta amor propio jamás podrá ser atractivo para otras personas y siempre será candidato seguro para aterrizar en la friendzone.
Priorízate
¿Quién te dijo que acompañarla a todos lados, incluso al salir de la escuela o de la oficina, va a lograr que la conquistes? A menos que uses ese tiempo para coquetearle y dejarle en claro que te gusta (cosa que dudo mucho hayas hecho, dado que estás leyendo esto en busca de respuestas a tu pequeño problema de friendzone), el único mensaje que estás enviando es el de que eres su amigo fiel, desinteresado y siempre dispuesto a escucharla. Casi como un perrito faldero.
¿Quieres sacarte de encima esa etiqueta? Comienza por dar su justo valor a tu propio tiempo; hacerle compañía de vez en cuando está bien, pero vamos, seguro que tienes cosas que hacer, otras personas con quiénes pasar el tiempo, algo que leer, ¡Lo que sea! Aprende a estar contigo mismo y no seas una persona emocionalmente dependiente. Eso logrará que, si no le atraes, por lo menos te valore.
No tienes que aplaudir todo lo que ella diga
En alguna ocasión alguien llegó a llamarme “machista” por no estar de acuerdo con cierto asunto que no viene al caso mencionar ahora, pero no tuvo nada de relevante en cuanto a igualdad de género. Uso ese ejemplo porque luego de discrepar de su opinión (que también es muy respetable, claro) “perdí los puntos” que había “ganado” con ella y terminó por alejarse.
¡No pudo pasar nada mejor que eso! Está genial y es bienvenido el sano debate e intercambio de ideas con la posibilidad de nutrir tu punto de vista con nuevos aportes, pero si para poder estar cerca de alguien, gustarle y pretenderla tú solito suprimes tu personalidad, principios e ideas, tienes un serio problema de autoestima. Mejor aprende a respetarte, porque de todas formas…
Aprende a decir que no
“¿Me prestas tu cuenta de Netflix?” “¿Me ayudas a estudiar?” “No puedo con este pendiente de la oficina, ¿Te lo puedo dejar?”. Todas esas preguntas son consecuencia de tu adicción a “complacerla” con la esperanza de que, entre más le des, más te quiera. Nada más acertado…si lo que quieres es un pase directo a la friendzone.
Deja de ponerte como tapete a sus pies incluso si no es esa la intención de ella. De nuevo: lo más seguro es que no te la ligues, pero por lo menos evitarás victimizarte “sintiéndote utilizado” cuando fuiste tú quien le puso todo en bandeja de plata.
Quiérete primero tú
Es válido que te guste mucho. Muchísimo, en un grado superlativo. Pero que la idealices e inviertas tanta energía en quedar bien con ella en todo momento me hace imaginarte como si fueras un clon de Kirk Van Houten.
Lo que tienes que hacer es levantarte de ahí y aprender que no siempre se tiene lo que uno desea. Necesitas analizar tus puntos buenos para optimizarlos al máximo, trabajar sobre tus áreas de oportunidad, buscar (perdona la insistencia, pero es por tu bien) ayuda psicológica y valorarte.
El peor error y la principal razón por la que la friendzone “existe” es fincarle a otra persona la responsabilidad de cuidar tus estados de ánimo y tus emociones cuando claramente no tiene por qué. Si tú no lo has hecho, ¿Qué te hace pensar que ella debería?
Todo este tema de las relaciones interpersonales es bastante complicado…y da sed. Si ya has pasado por esta situación y tuviste la capacidad de alejarte de alguien que no va a corresponderte, ¡Felicidades! Déjame invitarte una cerveza mientras me cuentas cómo te ha ido con esos menesteres, ya sea en los comments de este artículo o en mis redes sociales:
¿Me invitas un cafecito?
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