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Help!
[Help! I need somebody]
Ya había muchos síntomas que indicaban un posible y terrorífico encuentro con el yo interno que seguramente llevaría a un colapso: el estrés, la presión del trabajo, las desveladas, el alcohol, el tabaco, la rutina. El llanto contenido. La soledad. Toda esa rabia y tristeza que llevas dentro desde ni tú sabes cuándo y salen de vez en vez por medio de pesadillas sin sentido empapadas en sangre, violencia y vértigo que siempre terminan con un sobresalto, un despertar acelerado y un dolor en la base del cráneo, como si hubieran usado tu cabeza para abrir nueces.
Esa es tu vida, eso es diario. Ahogas tus pensamientos en tus múltiples actividades con tal de hacer más llevadero el día. Los ojos te arden, la cabeza está llena de preocupaciones acerca de cómo vas a resolver tal o cual situación. Cuando te recuestas un rato en la cama pretendiendo descansar, no lo logras, porque sigues pensando en más cosas que te preocupan. ¿Qué estás haciendo con tu vida? ¿Por qué tienes esta sensación de no pertenecer a ningún lugar? ¿Dónde está tu brújula, tu motivación, aquello que te hacía soñar en grande, aquello que era tu motor?
[When I was younger, so much younger than today, I never needed anybody’s help in any way]
Estás solo en tu cama pensando estupideces y lo mejor que se te ocurre hacer es levantarte, prender la computadora, revisar tu correo, tontear en redes sociales para ver si encuentras un placebo que te haga sentir un poco menos aislado, un poco más cerca de la realidad. Un poco de contacto.
Quieres meterle emoción a tu vida a huevo y como sea, quieres dejar de sentir ese hueco, eso te gustaría, ¿No? Sentir un sabor en la boca distinto al metálico que usualmente está ahí mezclado con la sensación de adormecimiento en la lengua causada por todos los cigarros que has fumado en el día. Pero no puedes. Algo anda raro. Necesitas ayuda, realmente deberías hacer algo al respecto antes de que te descarriles como una locomotora fuera de control y caigas al barranco. El final de las vías se ve alarmantemente cerca.
¿Me invitas un cafecito?