No hay productos en el carrito.
QWERTY
Tal vez se deba a que llevo 33 años trabajando con computadoras, a que he pasado igual o mayor cantidad de años navegando en Internet o a que la tarea casi siempre la hice frente a una máquina de escribir (fue hasta mis últimos años escolares que tuve acceso a una computadora), pero de un tiempo para acá, mientras leo, escribo o simplemente pienso, todas las palabras vuelan mentalmente hacia un teclado QWERTY.
De ser algo que en principio me parecía divertido o por lo menos entretenido para aquellos ratos de ocio, se convirtió en algo que no puedo evitar. Todo el tiempo estoy procesando palabras en mi teclado mental, apenas están por salir de mi boca y ya están ahí, recorriendo las teclas: las letras, los números, la barra espaciadora, el Enter, los signos ortográficos, todo recorre mi mente una vez, y otra, y otra, y otra…
si se repiten con suficiente frecuencia, algunas cosas llegan a convertirse en hábitos. Estos, a su vez, pueden tornarse en anclas psicológicas que nos mantienen cuerdos en momentos de estrés elevado, o cuando nuestro cerebro está saturado de tareas, deberes, preocupaciones. Todo es válido con tal de no volvernos locos por culpa del contacto excesivo con la tecnología pero, sobre todo, con el ritmo de vida a que nos somete la cultura de la inmediatez en que nos encontramos inmersos.
¿Me invitas un cafecito?