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Artesanos Especiales, un taller lleno de talento y corazón
Artesanos Especiales es un taller que surgió en la ciudad de San Luis Potosí hace 18 años por iniciativa de Laura González, psicóloga clínica egresada de la Universidad Autónoma de aquel estado, con la finalidad de sensibilizar a la sociedad y empoderar a las personas con alguna discapacidad.
En una plática sumamente agradable con Laura y dos de sus alumnos —Alondra y Daniel, quienes se encontraban en ese momento en el taller—, me contó que ha estado en contacto con el tema de la discapacidad desde hace muchos años debido a que su hermano se encuentra en esta condición, lo que la motivó para elegir su profesión y desarrollarla a favor de todo el que esté en esas mismas circunstancias.
Ella notó que aún cuando los sistemas de salud y educativo buscan paliar la desventaja en que suelen verse las personas con discapacidad, el acercamiento e interés por saber cómo sienten y se perciben a sí mismos representa una gran área de oportunidad. Fue así que al inicio de su carrera se enfocó en la terapia de lenguaje y estimulación temprana dirigida principalmente a niños con Síndrome de Down, algo que cambiaría para siempre su forma de ver la vida.
Educación, creatividad y ganas de hacer las cosas
El slogan de Artesanos Especiales es tan sencillo como significativo:
Queremos poner de moda aprender a vivir.
Bajo esa premisa, lo más importante para Laura es desarrollar el talento de quienes asisten a Artesanos Especiales. Cualquier persona entre 15 y 50 años que desee adquirir destreza manual es bienvenida: ha trabajado con personas con disminución visual, autismo, Síndrome de Down, Síndrome de Asperger; el único requisito es que puedan desplazarse por sí mismas y realizar tareas como ir al sanitario o comer por su cuenta, ya que aunque la atención es personalizada y de primer nivel, en ocasiones los requerimientos de cada quién pueden ser más delicados y necesitar cuidados muy específicos.
Laura es consciente de que la prioridad es hacer que los chicos se sientan a gusto, tranquilos, felices y seguros en Artesanos Especiales, además de brindarles actividades útiles para su desarrollo motriz. Ha asistido a diversas exposiciones y eventos en la Ciudad de México con la finalidad de adquirir tanto conocimiento como pueda y transmitirlo a sus alumnos para que aprenden a trabajar con distintos materiales y técnicas como cerámica, madera, repujado, foami y muchos otros con los que crean cosas geniales: especieros, alcancías, alhajeros, frascos, botellas y botes decorados, percheros, relojes de pared, bolsas con diseños únicos y hasta bisutería.
Trabajo en equipo, educación financiera y respeto
Los chicos siempre se apoyan entre sí dependiendo de la manualidad que estén haciendo y las habilidades de cada uno, aunque hay que destacar que Laura es muy cuidadosa y no permite que manipulen materiales que pudieran ser riesgosos para ellos —como el silicón caliente o los barnices—; es ella quien se encarga de dar los toques finales a la variedad de productos que les ayudan a generar un ingreso económico propio.
Los precios de estas artesanías suelen ser muy accesibles; hay desde llaveros que van desde 20 pesitos hasta bonitos juegos de aretes, pulsera y collar que rondan los 300 pesos. La ganancia de cada producto pertenece totalmente a quien hace la manualidad si lleva su propio material; si no es el caso, puede tomar insumos del taller y cuando logra su venta repone el costo de los mismos, con lo que aprende la importancia de reinvertir para seguir generando. Además, adquieren la mentalidad de que si la gente compra algo es porque le gusta lo que hacen y asimilan que su trabajo merece tanto respeto y reconocimiento como el que más, algo que resulta invaluable.
Expandiendo sus horizontes
Buscar difusión para una iniciativa como Artesanos Especiales no es sencillo; hay que tener mucho cuidado de no exponerlos de más, pues eso podría malinterpretarse como una completa falta de respeto. Yo mismo, al escribir estas líneas, soy tan cauteloso como puedo para no regarla y decir alguna barbaridad sin querer e incluso acordé con Laura que las fotografías que acompañan a este artículo no mostraran a ninguno de los muchachos, pues su privacidad y dignidad son lo más importante.
Por lo mismo, ella suele ser reservada en cuanto a la difusión a través de redes sociales, aunque sí cuenta con una fanpage para dar a conocer las manualidades que hacen. Por fortuna, muchas personas han dado con ellos y poco a poco la sociedad potosina voltea a verlos como lo que son: personas que pueden y saben trabajar para crear cosas cool.
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