El talento de Ringo Starr va mucho más allá de haber innovado en la forma de tomar las baquetas, de su timing o del virtuosismo de muchos de sus solos. Lo de Richard Starkey es algo intangible, algo que se cuece aparte: se trata, sencillamente, de su personalidad.
El Rey de Corazones
Ese tipo torvo, un poco mayor que sus tres futuros socios y con cara de ser alguien de cuidado se convirtió en la manzana de la discordia cuando George Martin, Brian Epstein y los chicos decidieron cortar a Pete Best.
Repudiado al principio por los fans (más por ellas que por ellos, cabe señalar), terminó por ganar un sitio en su corazón, al grado de que llegó a recibir más correspondencia que el mismísimo Paul “todasmías” McCartney y —más importante aún— a convertirse en imprescindible para The Beatles.
Everybody loves Ringo Starr
No es casualidad que años después, durante las grabaciones del intitulado White Album y en un arranque que terminó con Ringo dejando a John, Paul y George preguntándose qué rayos le pasaba a su baterista —dudo que fueran conscientes de lo acaparadores que eran en cuanto a poder de decisión, sobre todo los primeros dos— la banda haya tenido que esperar dos semanas para convencerlo de volver y hasta llenar el estudio 2 de Abbey Road con flores para darle la bienvenida.
Su carisma y buena onda eran (¡Son!) de tal magnitud que no sólo le alcanzaban para darse a querer por sus compañeros de banda, sino que también solía ser invitado por otros pesos pesados a tocar con ellos.
Ha colaborado con titanes como B. B. King, Peter Frampton, Harry Nilsson, Keith Moon, Bob Dylan, The Beach Boys, Tom Petty, Carl Perkins, Electric Light Orchestra, Jerry Lee Lewis y hasta la London Symphony Orchestra, además de ser tan, pero tan buen tipo que incluso colaboró en algunos discos de los otros tres ex Beatles.
Un merecido tributo en vida
Si John era el corazón, Paul el cerebro y George el alma de The Beatles, Ringo era los pulmones. Sin su aguante, potencia y flexilidad, la banda más grande de todos los tiempos se hubiera quedado en el intento. Por eso, queridos lectores, he aquí mi pequeño pero cariñoso y muy sentido homenaje al gran baterista.
Como una excepción a mi propia regla y a falta de material compuesto por Ringo Starr, incluí en la playlist rolas cantadas por él aunque no las haya compuesto —tanto de su etapa con The Beatles como de su carrera solista— nada más por el puro y sano gusto de escucharlo cantar. ¿Crees que me haya faltado o sobrado alguna? Cuéntame en los comentarios o en mis redes sociales cuáles son tus favoritas del buen Rings.
También puedes darte una vuelta por el especial de cumpleaños de Sir Paul McCartney. ¡Disfruta!
¿Me invitas un cafecito?
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