Double Fantasy [Discografía Lennon]

Lanzado el 17 de noviembre de 1980, Double Fantasy significó —sin saberlo su autor— el adiós, pues tres semanas después le sería arrebatada la vida por un individuo que ni siquiera merece ser nombrado (sólo diré que recibió el último autógrafo de John Lennon, lo que convirtió a esa copia del disco en la más cara de la historia, pues fue subastada en 2003 por 525,000 dólares).

Guitarras y pañales

Cuando nació Sean, en 1975, la vida de John dio un nuevo giro y se enfocó casi exclusivamente a la crianza de su segundo hijo, como si de algún modo deseara compensar su ausencia en la vida de Julian (con quien, de hecho, también buscó tener más convivencia) debido a la Beatlemanía de los 60s. Así las cosas, se mantuvo lejos de los estudios de grabación, aunque nunca dejó de componer ni de generar pequeños demos que cinco años después, ya con bríos renovados, se convertirían en su último disco en vida.

La vida es eso que pasa mientras hacemos otros planes

El 8 de diciembre de 1980, John Lennon y Yoko Ono salían más que satisfechos del estudio de grabación; Double Fantasy iba viento en popa, su vida matrimonial se había estabilizado, su pequeño hijo iba creciendo de la mano de su padre y su creatividad era tan prolífica como no se le había visto desde los tiempos de The Beatles. Sin embargo, minutos después, cinco balas acababan con su vida y nos privaban de lo que hubiera sido uno de los regresos más importantes no sólo en la historia del rock, sino de la música y la cultura en general.

John & Yoko

Hoy voy a contradecirme respecto a mi usual postura sobre las intervenciones de Yoko Ono en el trabajo de su marido. Double Fantasy es el disco en que no sólo no la escucho aullar como chango en celo (bueno, de repente en dos rolas, pero hasta ahí), sino que se le oye cantar de verdad, y no me refiero únicamente a su técnica, sino a la manera en que ella se complementa con John dentro del álbum.

Double Fantasy, más allá de las buenas y entrañables composiciones, refleja la armonía que reinaba en la pareja por aquellos días y que se percibe en la atmósfera que el álbum genera: una de paz, de plenitud, de esperanza, de deseos de que John aún estuviera entre nosotros y de imaginar cómo hubiera evolucionado su música si continuara con vida. Nunca lo sabremos, pero siempre podemos abrazar con cariño al Double Fantasy y soñar.

Mi rola del disco

Definitivamente me quedo con Watching the wheels. Si existe una canción lennoniana que merezca ser adoptada como filosofía de vida (sin hacer menos a otras grandes composiciones como Imagine, Give peace a chance, Power to the people o God), es ésta. El mensaje es sencillo: vive la vida que quieras, del modo en que desees, sin que la opinión de otros te desvíe de lo que tú elijas. Al final, de esto se trata el rock: de libertad.

Aunque, claro, la última palabra la tienes tú. Escucha el disco completito aquí, y cuéntame en los comentarios cuál es tu canción favorita de este señor discazo.

¿Me invitas un cafecito?