Planificar, soñar y desear son parte de la condición humana. Los nuevos anhelos no pueden faltar al acercarse el final de una vuelta al Sol y, aunque la mayoría de las personas los llama “propósitos”, prefiero evitar el término porque suena a un montón de cosas que se quedan en el papel junto a la emoción de los primeros días del año nuevo por cumplirlos para dar paso a la misma rutina de siempre, al conformismo y a la resignación del “Bueno, ya será la próxima”.
En lugar de eso prefiero llamarles Objetivos, darles el seguimiento oportuno, trabajar duro y procurar sentirme bien por ello pensando en que, al final, la única competencia que me interesa ganar es aquella contra mi “yo” de hace un año.
Año Nuevo, 366 oportunidades nuevas
Por supuesto, necesitas mentalizarte, concentrarte en lo que quieres lograr y, sobre todo, ser muy disciplinado. Te comparto algunos tips que a mí me han funcionado para hacer las cosas mejor que en años anteriores; no te voy a mentir diciéndote que he cumplido todas mis metas sin fallar, pero sí he obtenido buenos resultados con base en ellos.
Plantéate metas asequibles
Lo más importante en este punto es ser honesto contigo mismo. Está bien pensar en grande, pero es mejor analizar tus áreas de oportunidad, identificar el objetivo final al que quieres llegar y ponerle un plazo razonable. Por ejemplo, si eres un panzón sedentario que pasa el 90% de su tiempo trabajando frente a la computadora (como yo), de buenas a primeras te dan ganas de ponerte como Chris Evans y te das un plazo de dos meses (¡JAJAJAJA!) vas a empezar el Año Nuevo frustrado, desmotivado y comiendo cochinadas en el sofá mientras tratas de averiguar qué hiciste mal.
Pregúntate cómo y por qué
¿Ya tienes tus objetivos fijos? Bien, ahora necesitas definir para qué quieres eso y cómo vas a hacerlo. Traza un plan con dos o tres etapas. Por ejemplo, yo quiero amueblar mi casa porque quiero vivir en ella y disfrutar mi propio espacio antes de que termine el primer trimestre del año. Para eso, necesito ahorrar una buena cantidad de dinero y buscar las temporadas de ofertas y rebajas.
¿Cómo voy a lograrlo? De entrada, reduciendo mis gastos hormiga (chicles, dulces, papitas, el cafecito fuera de casa), manteniendo un control lo más preciso posible de mis ingresos y gastos y procurando ahorrar N cantidad al mes. Hay muchas aplicaciones que pueden ayudarte con eso, pero nada como una hoja de Excel para tener control total de tus finanzas. Descárgala aquí.
Tu app de notas y tu calendario son tus mejores amigos
Entre todos los recursos que necesitas administrar, el más importante es tu tiempo. Te recomiendo las herramientas que ya tienes a la mano gracias a Google: Keep y Calendar.
Google Keep funciona tanto para tomar nota de cualquier idea que te venga a la mente como para crear listas de tareas super fáciles de administrar gracias a sus marcadores y casillas de verificación. Además, puedes utilizar etiquetas para clasificar tus listas y notas (es muy útil si armas una de pendientes del trabajo y otra de tareas en casa, por ejemplo), archivar las que ya no necesites por el momento pero quizá quieras echarles un vistazo más tarde y disfrutar una usabilidad más que aceptable tanto en smartphone como en la compu.
Por su parte, Google Calendar es el complemento perfecto para tu Keep. En ella puedes definir los días y horarios específicos de tus tareas y clasificarlas en distintos calendarios (escuela, trabajo, personal) con una interfaz super amigable que te permite visualizar la agenda del día, la semana o el mes entero para tener un panorama general de lo que necesitas hacer.
Sin embargo…¡No te pongas obsesivo!
Este punto, que de entrada se lee tan contradictorio, es clave. Está bien llevar un control de tus actividades, pero clavarte demasiado en hacer X tarea tal día específico y pensar que si no lo hiciste así ya te saliste del libro de jugadas es un error. No te incito a procrastinar, por supuesto que lo deseable es hacer las cosas como las planeaste, pero considera que los imprevistos aparecen cuando menos los esperas y de igual forma, siempre tendrás oportunidad de reprogramar esa tarea que no pudiste hacer hoy.
Aprende a jugar con tus listas de deberes y tus calendarios para dejar espacios libres entre una y otra actividad; incluso puedes repartir la carga de trabajo entre varios días y así tener oportunidad de recorrer una tarea de la mañana a la tarde, o del lunes para el jueves, sin descuidar lo verdaderamente importante: el tiempo de calidad que pasas contigo mismo y con las personas que amas. Mantén en mente que siempre trabajarás mejor estando en equilibrio.
Trabaja día a día con ganas, date espacios de descanso de máximo 10 minutos entre una tarea y la siguiente, convive con tus papás, tus hermanos, tus amigos, tu pareja, ¡Con quien tú quieras! Sobre todo, regálate unos minutos antes de ir a la cama para echar un vistazo a lo que hiciste durante el día, felicítate por ello y vete tranquilo a descansar.
¡Diviértete!
Se trate de conseguir un mejor empleo, construir ese cuerpo que tanto quieres tener, ahorrar para el viaje de tu vida o cualquier otra cosa que desees, no pierdas de vista que la potencia con que hagas frente a tus propios retos depende por completo de tu ánimo. Por eso te dejo un último regalito: la playlist que armé para sacudir la polilla y deshacerme de la barriga que me han dejado tantas cervezas durante la temporada NFL, aunque puedes usarla para lo que quieras.
Deseo que tengas un increíble arranque de Año Nuevo, que tu 2022 esté lleno de éxitos, que si llega algún fracaso sepas asimilar lo bueno de él y dejarlo pasar para darle a lo que sigue. Ojalá el próximo año te acuerdes de este artículo, vuelvas a él y me regales un comentario que diga “Hice todo lo que me propuse”. Te mando un abrazo enorme.
¿Me invitas un cafecito?
