Recuerdo los sábados de mi infancia —en ese entonces cursaba la secundaria— cuando, a las ocho de la mañana, transmitían un nuevo capítulo de Saint Seiya (o Los Caballeros del Zodiaco, como los conocimos los niños de los ochentas) a través de Caritele; también su mudanza al horario vespertino durante mis años de preparatoria y, ya más grandecito —allá por el 2012— el lanzamiento de la Saga de Hades que hizo que a más de un nostálgico se nos cayeran los calzones de la emoción.
Pasé, pues, prácticamente toda mi infancia y adolescencia disfrutando las aventuras de Seiya, Shiryu, Hyoga, Shun, Ikki y compañía. Gracias a Saint Seiya me volví fan de la mitología (la griega y la nórdica entre mis favoritas, por obvias razones), de la historia y de la astronomía, principalmente; pero también aprendí mucho más.
Saint Seiya fue, sin afán de exagerar, una rica fuente de valores para mí y seguramente para muchos más chicos de mi edad.
En sus capítulos aprendí, entre otras cosas, que algunos amigos pueden convertirse en hermanos y, por ellos, cualquier sacrificio es válido.
“¡Cuánta generosidad! No ha dudado un segundo en ofrecer su vida para salvar a un amigo. Es un verdadero caballero y no merece morir”
– Mu
“Sé por qué vas a perder: por despreciar el amor, la amistad, las lágrimas y tantos otros sentimientos”
– Seiya
“Vine aquí dispuesto a morir si era necesario, pero hay algo que debo proteger con mi vida y ahora comprendo lo que es. Es este mundo en el que viven mis compañeros a los que tanto amo”
– Shiryu
“Mi vida vale porque estoy aquí y ahora. Es una dicha caminar en el mismo sendero que mis amigos”
– Hyoga
“Nunca lloriqueamos, peleamos contra nuestro destino. Podemos hacerlo porque no estamos solos, tenemos amigos para compartir el dolor y la felicidad. Es a causa de nuestra amistad, por eso estamos unidos”
– Shiryu
Por supuesto, a apreciar la fortuna que tenemos quienes contamos con hermanos, y a reforzar los lazos no sólo de sangre, sino de amistad y lealtad para con ellos.
“Si volviésemos a nacer seríamos hermanos de nuevo, y te protegería toda la vida”
– Ikki
Aprendí que, a pesar de ciertas diferencias y discusiones con la familia, no debe perderse de vista que los lazos de sangre son fuertes (por lo menos en cuanto a asuntos verdaderamente importantes).
“Siempre hay guerras entre padres, hijos o hermanos en este mundo, aunque no había pleito al principio. Los niños aman a sus padres y los hermanos confían unos en otros cuando son jóvenes. De repente, cuando la fortuna llega a ellos, empiezan a odiarse y a matarse, pero jamás se olvida la época en que se querían, en que confiaban unos en otros”
– Ikki
Esto nunca terminé de asimilarlo, pero me esfuerzo cada día: soltar el pasado y dejar ir a quien, por X o Y circunstancia, ya no está.
“Jamás en mi vida he culpado a la gente que no suelta el pasado y explota en llanto por eso. La gente común es así, ¡pero tú no!”
– Camus
Aprendí que, en ocasiones y a pesar de todos los esfuerzos, pareciera que hacer lo correcto nunca es suficiente, que no se puede combatir contra lo que está mal y ha lastimado a tanta gente durante tantos siglos.
“¿Por qué insistes en pelear? ¿Acaso tú crees que podrás proteger esta pobre y miserable tierra? ¿Crees que esta tierra merece que apuestes tu pobre vida, o crees que llegará el momento en que haya paz sin pelear y sin delitos? ¿Acaso lo crees? ¡Piénsalo!”
– Mime
Sin embargo, también aprendí que, por infructuoso que parezca el esfuerzo, jamás debe permitirse que alguien más sufra sin un motivo, ni que se abuse de la fuerza o el poder (lo que sea que eso signifique) contra quien está indefenso.
“Nunca dejen que su poder se les suba a la cabeza. Eso será hasta que obtengan conocimiento y adquieran verdadera fuerza”
– Dohko
“Pocas personas conocen la verdadera belleza de este mundo. No sabemos cuántos de ellos sabrán que tienen que protegerlo del mal”
– Shiryu
“Conviértete en un arbusto parado contra el viento con su raíz bajo tierra y las hojas en el aire. No permitas ser arrastrado ni opongas resistencia. Cuando llueva conviértete en una roca y sigue soportando la lluvia cayendo sobre ti. Conviértete en un dragón para la cascada y asciende por ella. Conviértete en una montaña contra el mal y, aunque pierdas tu vida, jamás retrocedas”
– Dohko
“La verdad del Universo es que nada es seguro. No hay justicia perfecta ni maldad perfecta. Puedo hacer justicia desde la maldad”
– Shaka
“Eres un hombre que vive por la justicia, no para sí mismo. Eres un hombre que daría su vida por otros. Vivir por la justicia en vez de para tu propia seguridad es hermoso, pero triste”
– Dohko
“Si es un crimen matar a los enemigos, entonces liberémonos de todos los malvados del mundo y después aceptemos el castigo”
– Kanon
Aprendí que, a pesar de la unión con la familia y los amigos, todos tenemos el deber para con nosotros mismos de ser firmes, dignos y autosuficientes; nadie tiene derecho a aferrarse a otros para no caer, pues de ese modo…¿Qué clase de cobardes seríamos?
“Verás qué carácter tiene un solitario como yo comparado con un miserable como tú, que necesita la ayuda de los demás”
– Ikki
“Yo no creo en los dioses. La única cosa con la que puedo contar en este mundo es con mi propia fuerza”
– Ikki
“Sólo los perdedores creen que los sueños son imposibles. Para nosotros nunca son imposibles; cuando creemos en un sueño y peleamos por él, éste se hace realidad, pero para eso necesitas valor”
– Hyoga
Aprendí que debo aceptar mis sentimientos y lidiar con ellos, aun cuando casi siempre he preferido encapsularlos y no tener nada que ver con ellos.
“No sabes cuán triste y violento se siente uno cuando lo traicionan”
– Mime
Aprendí que, por triste que algunas situaciones lleguen a ponerme, no puedo permitir que eso me derrumbe, y que está en manos de cada uno la decisión entre levantarse de la cama pensando que nada tiene caso, o bien, abrir los ojos y disfrutar la luz del sol que se cuela por la ventana y le recuerda que tiene alrededor personas, situaciones y cosas que hacen que la vida valga la pena ser vivida.
“La verdad es inmensamente profunda y, al mismo tiempo, gloriosa. Desafortunadamente, aún después de tantos años y de mil millones de errores, es difícil para un hombre alcanzarla y entenderla”
– Shaka
“Donde hay tristeza hay alegría, y es lo mismo del otro modo. Hermosas flores florecen, pero eventualmente mueren. Todo en este mundo está cambiando, siempre en movimiento, nunca igual. Todo cambia. La vida del hombre es igual”
– Buda
“La muerte no es el final de todo. La muerte no es más que otra transformación”
– Buda
“Las flores retoñan y mueren. Las estrellas brillan, pero eventualmente se apagan. Todo muere: la Tierra, el Sol, y hasta algo tan inmenso como este Universo, no está excluido. Comparado con eso, la vida del hombre es tan efímera como un abrir y cerrar de ojos. En ese instante un hombre nace, se ríe, llora, pelea, sufre, regocija, lamenta, odia y ama a otros. Todo es transitorio, y luego todos caemos en el sueño eterno llamado Muerte”
– Shaka
“¿Acaso existe alguien en este mundo que pueda vivir sin cometer un solo crimen? No puedo creerlo. Aún las personas con el corazón más puro matan animales y plantas para vivir; lo hacen porque no tienen otra opción. También están las que experimentan el odio y lastiman a otros, pero en el fondo nadie quiere hacerlo. Si dices que todos los humanos cometen crímenes, entonces el simple hecho de vivir es un crimen”
– Shun
Me alegra haber dado hace poco un repaso a mi anime favorito de todos los tiempos y recordado los momentos geniales que me regaló. Quizá tú habrás aprendido lo mismo que yo, o tal vez fueron otras cosas; ¿Por qué no me platicas en los comments qué fue?
¿Me invitas un cafecito?